Queridas alumnas:

Este 8 de marzo no vendré a clase. Estaré formando parte de la marea de sororidad violeta que bañará las calles de Zaragoza con el objetivo de hacernos visibles, de hacernos escuchar, de reclamar nuestros derechos.
Queridas alumnas, vosotras sois el relevo de otras generaciones de mujeres que lucharon por nuestro presente. Gracias a ellas hoy tenemos acceso al mundo laboral, a estudios superiores, podemos decidir sobre nuestra maternidad, ocupar puestos de responsabilidad, tenemos derecho a votar y así un largo etcétera. Sin embargo todavía hay mucho por hacer. Este camino –que un día emprendimos juntas- no ha terminado: conciliación familiar, igualdad salarial, corresponsabilidad en el cuidado de hijos y de mayores, etc.
Queridas alumnas que ninguna ideología política, religión, situación familiar, condición económica os impida realizar vuestros sueños y proyectos de vida.

Mujeres libres y vivas, brillando como el sol, soñando como la luna.

                                                         Virginia Gómez